De acuerdo al portal de noticias MDZOL, Es un homenaje a los guardianes del agua. Su primer cosecha fue elegida como Mejor Malbec del Mundo. Un vino que refleja la evolución del Valle de Uco y que fue obra de unos de los referentes del vino argentino.
Hace ya dos décadas nació Tomero, una etiqueta que se ha convertido en un clásico argentino y que refleja lo mejor de las uvas de la bodega Vistalba, ubicada en Los Árboles, Tunuyán, en el Valle de Uco. La finca en la que se plantaron las uvas en 1980 fue fundada por Don Antonio Pulenta, padre de Carlos y fundador de la bodega. Tomero se ha destacado a lo largo de los años por su estilo reconocido y por su enorme consistencia, lo que no resulta sencillo en un mundo donde las modas y tendencias cambian constantemente. Para lograr mantener el estilo, las características y la esencia de cada uno de los vinos, se trabaja mucho en el viñedo, con el propósito de obtener las uvas en las condiciones ideales.
La línea Tomero se compone de un total de 9 varietales diferentes (Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot, Pinot Noir, Syrah, Semillon, Sauvignon Blanc, Chardonnay) y el objetivo que persiguen es que todas las uvas elaboradas como varietales expresen sus características con la mayor tipicidad varietal.
“Vamos a elaborar una colección de vinos a la cual llamaremos Tomero en honor al oficio de la persona que administra uno de los recursos más escasos que tenemos y necesitamos. El agua es el recurso más valorado porque históricamente su cuidado y las obras hídricas permitieron transformar en un oasis lo que era un desierto. Y es gracias al agua y a su cuidado que hoy podemos cultivar nuestras uvas que dan origen a grandes vinos”, decía hace 20 años Carlos Pulenta, hoy al frente de la firma.
Un oficio clave
En homenaje a esta honorable labor y al cuidado del agua es que se festejan los 20 años de la etiqueta. Lo que hoy muestra al Valle de Uco como el lugar «elegido» fue producto del esfuerzo del hombre que se desvivió por llevar aguas a esas tierras. El noble oficio del Tomero, que se transmite de generación en generación, nace en 1884 cuando la provincia de Mendoza sanciona la Ley General de Aguas y crea la tarea de administrar el derecho a riego natural para los viñedos.
En Argentina, y especialmente en la región de Cuyo, se denomina “tomero” a la persona encargada de abrir y cerrar las tomas de agua para el riego de los viñedos. El cuidado y la optimización del uso del agua están íntimamente ligados a los valores del tomero, quien desde temprana edad aprende este oficio de la mano de sus padres y abuelos, siendo una tradición que se hereda orgullosamente.
Reflejados en los vinos, hoy la marca se inspiró en transmisión de cultura y ofrece 3 estilos bien identificados y con su personalidad definida, marcada por una trayectoria de 20 años.
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Un Tomero Clásico, inspirado en las generaciones más jóvenes, alegres, frescas. Pensada para esos momentos en donde el vino es un compañero de emociones. Precio: $2380.
Un Tomero Single Vineyard, generación más madura, con variedades menos convencionales pero con una personalidad marcada. Pensada para momentos especiales, tranquilos, pausados. Vinos que con su paso por madera, ganan complejidad. Precio: $5100.
Un Tomero Cuartel 41, que es la generación emblema, que refleja toda la experiencia y compromiso en la elaboración de un varietal Malbec. Pensada para momentos que tienen esa nota de “únicos”. Es un vino 100% Malbec en el que se busca la máxima expresión del varietal, elaborado con las mejores uvas del cuartel 41 de Finca Don Antonio, ubicada en Tunuyán, Valle de Uco, provincia de Mendoza. Precio: $14500.
