Conoce los beneficios y las consecuencias para un país de eliminar los billetes

Personas con teléfono y punto de venta, interior de un almacén

La revolución digital avanza a pasos firmes apalancada en el progreso tecnológico que permite hacerle la vida más fácil a los ciudadanos del mundo y en las medidas preventivas del COVID-19, como el distanciamiento y el mayor uso de las formas de pago sin el uso de dinero billete. En ese sentido, una de las incógnitas en el mundo financiero actual tiene que ver con cuándo se dejará de usar el dinero en efectivo por parte del público general.

El presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, destacó en declaraciones a la prensa: “Durante la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, los medios de pago digitales fueron una medida clave de prevención”, y abogó por que este tipo de mecanismos “finalmente se universalicen” para la operatoria financiera.


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Un rol fundamental están cumpliendo las aplicaciones para los teléfonos celulares o smartphones y computadoras personales, con los que cada vez se pueden hacer más operaciones como pedir comida, hacer compras en el exterior por internet, abrir cuentas bancarias en minutos, realizar transferencias inmediatas de dinero entre cuentas propias y de terceros.

Una de las incógnitas en el mundo financiero actual tiene que ver con cuándo se dejará de usar el dinero en efectivo. Algo impensado hace apenas una década, ya supone un destino más cercano. La necesidad de que todo sea rápido y fácil en un mundo con grandes avances tecnológicos, la seguridad y un crecimiento voraz en la digitalización de los bancos, sumado a la llegada de las fintech, colaboraron para avanzar en el proceso.

¿Cuáles son los cambios que llegarán al sistema tradicional de bancos a partir del progreso tecnológico? ¿Qué demandan los usuarios hoy? ¿Cómo se adaptará el sector financiero a estos cambios? ¿Es posible avanzar en Argentina hacia un peso digital? Estos son algunos de los interrogantes que surgen en estos días y por los que Infobae consultó a especialistas.

Pablo Kornblum, economista, doctor en Relaciones Internacionales y autor del libro La Sociedad Anestesiada. El sistema económico global bajo la óptica ciudadana, comentó a este medio: “En la actualidad son pocos los países que avanzan hacia una moneda digital, dado que este cambio de paradigma implica tener altos estándares de infraestructura tecnológica, con un enorme y competente equipo de ciberseguridad dentro de los bancos centrales, sumado a una importante estabilidad macroeconómica”.

Algunos de los países que avanzaron decididamente con la posibilidad de implementar una moneda digital son Australia, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Islas Bahamas, Filipinas, Francia, Inglaterra, Japón, Suecia, Suiza y China.

Qué ventajas conlleva el dinero electrónico

Según Kornblum, entre las ventajas de avanzar hacia una moneda digital “se puede visualizar un escenario superador a tono con el Siglo XXI, como es el evitar la destrucción medioambiental para la confección de papel moneda”.

Una iniciativa pública posee la característica de ser segura y sustentable en el largo plazo, dado que es producto del respaldo de instituciones no perecederas, como son los bancos centrales estatales y trasnacionales (Pablo Kornblum)
“Por otro lado, en términos económicos se incrementaría la velocidad de los pagos interbancarios, se disminuiría los costos de las transacciones, y se podría incrementar y simplificar la recaudación impositiva, pari passu, su utilización como vehículo que desenmascare actividades delictivas como el lavado de dinero”, destacó.

Para Kornblum, la gran disyuntiva en la discusión técnica actual es la diferenciación entre distintas criptomonedas. “Una iniciativa pública posee la característica de ser segura y sustentable en el largo plazo dado que es producto del respaldo de instituciones no perecederas, como son los bancos centrales estatales y trasnacionales; siendo estos avalados, respaldados y regulados por y bajo las leyes de los Estados Nación”, consideró.

“Sin el respaldo estatal, será endeble cualquier tipo de moneda digital presente o futura que sea solo intercambiada en el mercado sin regulación”, afirmó, al tiempo que agregó: “Por ende, se podría decir que las inequidades sociales, la inestabilidad financiera y la falta de acceso a recursos se encuentran suavizadas, lo que es un plus para poder llevar adelante un proyecto de semejante envergadura”.

Ignacio Carballo, director del Ecosistema de Programas Fintech de la Universidad Católica Argentina (UCA), sostuvo: “Entre los principales beneficios de avanzar hacia una moneda digital figuran un mayor control del dinero circulante, una optimización de la recaudación tributaria, mayor seguridad del dinero y menores costos de emisión”.

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