De acuerdo al portal de noticias DFSUD, El líder del fabricante de neumáticos para Chile y Argentina explica el presente de la compañía tras los años en que los encadenamientos para el abastecimiento tuvieron a los importadores en jaque.
En enero de 2020, justo antes de que estallasen los contagios por Covid-19, el brasileño Lafaiete Oliveira asumió como country manager de Bridgestone Argentina, división que también se hace cargo de Chile, Perú, Paraguay, Uruguay y Bolivia, países que no cuentan con fábricas de la empresa.
La compañía japonesa –que además, en 1988, compró la marca Firestone- es conocida como la mayor productora de neumáticos a nivel global y, en Sudamérica, cuenta con dos fábricas en Brasil, además de la ya mencionada argentina.
Oliveira comenta que la contingencia tanto global como local ha hecho que su gestión haya estado enfocada en adaptarse al nuevo escenario de la industria, enfrentando desafíos como la crisis logística mundial que se convirtió en un dolor de cabeza para todas las empresas importadoras.
Ahora, si bien esto no se ha estabilizado totalmente, el ejecutivo afirma que ahora su estrategia se centrará en crecer regionalmente, aumentar su cobertura y mejorar su sistema de distribución para poder ganar presencia con más puntos de venta.
La cadena de suministro
La crisis logística fue uno de los mayores desafíos para Bridgestone como empresa importadora y en el mercado se llegó a temer por el abastecimiento de productos. La pandemia trajo “muchísimas restricciones de trabajadores, en la disponibilidad de las fábricas y, de alguna forma, la cadena de suministro se desbalanceó”, explica Oliveira.
El brasileño cuenta que, en 2021, el cuello de botella logístico, sumado a los altos costos de importación tuvo retrasadas todas las entregas y cree que “vamos a enfrentar ese escenario por algún tiempo más, sobre todo en el contexto macroeconómico y político que tenemos”.
En esa línea, Oliveira subraya que en la estrategia de la empresa se hace muy importante la presencia que tienen en equipos originales; es decir, el negocio que se hace directamente con las automotoras.
“Vendemos a la industria automotriz y después tenemos que vencer en el mercado para conquistar al consumidor final”, explica el ejecutivo, dinámica que denominan como el golden cycle (ciclo de oro).
Según cuenta, la compañía intenta tener suministro disponible para la mayor cantidad de automóviles que sea posible; sin embargo, hay algunos casos en que se vuelve más complicado como, por ejemplo, en Chile, donde hay un parque automotriz mucho más amplio y la empresa debe importar desde 18 países distintos.
Argentina y la crisis de los neumáticos
Este año, además, un suceso agravó la situación. En Argentina, el sindicato unificado de las tres grandes fabricantes de neumáticos, Bridgestone, Pirelli y Fate –una empresa local- se fueron a huelga.
Según informó Clarín, las plantas de estas compañías operaron al 40% de capacidad durante casi todo 2022, lo que incluso terminó disminuyendo la producción de automóviles, debido a la falta de neumáticos.
“El sindicato tenía propuestas inalcanzables. Nosotros decimos que Bridgestone hace neumáticos y no hace política. Y este movimiento era muy político, relacionado a todo el contexto argentino, a los altos niveles de inflación, algo que toca mucho a todos”, dice Oliveira.
No obstante, asegura que ésta es una compañía que “remunera adecuamente”, que reajusta los contratos a la inflación y que las peticiones del sindicato eran irrealizables, como pagar 200% por las horas adicionales.
“Eso es completamente inaceptable. Si accedíamos a esas condiciones, dejábamos la industria argentina aún más fuera de competitividad para exportar. Lo que necesita el mercado argentino es traer dólares y equilibrar cada vez más la economía”, sostiene. La paralización golpeó a toda la región a cargo de Oliveira, ya que Argentina es el único país manufacturero para Bridgestone en ella.
Tras cinco meses, finalmente se firmó un acuerdo y se volvió a producir en septiembre. Eso sí, el ejecutivo recalca que no se puede recuperar toda la productividad de la noche a la mañana, pero que “hoy estamos más estabilizados y volvimos a tener un suministro necesario”.
El mercado chileno
Además de Argentina, Oliveira pone mucha atención a Chile. De hecho, cuenta que constantemente está viajando entre estos dos países.
Según explica, el mercado chileno es mucho más competitivo por la mayor cantidad de empresas automotoras y con un perfil de automóviles más grandes, con más presencia de camionetas y vehículos de segmentos altos.
“Nosotros peleamos en un nicho enfocado en los neumáticos de alta gama y valor”, afirma.
Ante el contexto actual, dice que ha visto mucho temor ante la inflación, porque es un mercado que no está acostumbrado a los niveles actuales.
A pesar de que esto podría impactar en el consumo, Oliveira dice que ahora buscan no ser vistos solo como un productor de neumáticos, sino que los planes de la empresa están apuntando a salir de ese nicho y también entregar soluciones de movilidad “reales y sostenibles”.
