Argentina: Por qué Amazon se aleja de Argentina y se acerca a otro país de la región

Poco se ha escuchado en los últimos meses de las definiciones de Amazon Web Services (AWS) sobre la instalación de su datacenter regional, un proyecto anunciado hace casi cuatro años.

Desde entonces, comenzó una compulsa entre países -como Chile, Argentina o Colombia- vinculada a qué nación que se quedará con la multimillonaria inversión de u$s800 millones en la que se estimó el proyecto localmente y que podría incorporar unos u$s400 millones al PBI argentino.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

A pesar de que la ciudad de Buenos Aires y Jujuy sonaron con fuerza, la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales (ZFBBCR) apareció como favorita para alojar el datacenter. Un espacio que, entre otros planes, prevé la instalación de una granja de monedas digitales y un distrito tecnológico.

Además, el proyecto ofrece a las empresas que se instalen allí beneficios impositivos y tributarios con los consecuentes ahorros:

– 100% en impuestos provinciales, tasas municipales e Ingresos Brutos

– 46% en electricidad y 42% en gas

– 26% en telefonía e Internet y actividades productivas

– 100% en derechos de exportación e impuestos a la importación de insumos

– Alquileres de espacios bonificados para proyectos productivos

El acceso a energía producida por parques eólicos y la ubicación estratégica de la ciudad, en cuanto a conectividad y logística, fueron atributos que terminaron de sumar. Lisandro Ganuza, presidente del Ente Zona Franca BBCR confirma a iProUP que trabajaron muchos meses en esta iniciativa y evita hablar de «trascendidos».

«Todo lo que podemos está referido en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires con fecha 24 de octubre de 2019», remarca. Allí se explica cómo fue el proceso de concesión de cuatro zonas sub francas a Amazon Data Services Argentina SRL.

Argentina, cada vez más lejos
El informe mundial de inversiones 2020 de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) anticipa que la inversión extranjera directa (IED) en América latina caerá entre un 40 y 55% este año, comparado con 2019.

Así, los flujos de inversión se reducirán un 50% en relación a los u$s164.000 millones recibidos el año pasado. Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú serán los países más afectados.

En suelo albiceleste, los flujos «se redujeron a la mitad, obstaculizados por una profundización económica de la crisis», en tanto que empresas de Estados Unidos -como Amazon, General Motors y Nike- aseguran que están congelando sus planes de desembolsos.

Martín Kalos, economista jefe de Elypsis agrega a iProUP que, en término de inversiones, las multinacionales buscan principalmente claridad respecto a la perspectiva de sus negocios.

En ese sentido, a la crisis generada por la pandemia y las políticas económicas que se están adoptando en todo el mundo, a la Argentina se le suma una «doble incertidumbre» de corto y mediano plazo: la recesión que arrastra desde abril de 2018 y la negociación de la deuda.

«El país está estancado económicamente desde el 2012 y ya viene de un derrotero previo al coronavirus», explica Kalos. Ese se traduce en un combo muy desalentador para compañías que tienen en carpeta inversiones de esa envergadura.

En relación al caso Vicentin y al impacto que puede tener en el ánimo inversor, afirma: «Los empresarios están siguiendo cómo se está desarrollando ese proceso y ven que se está dando marcha atrás con lo que resultaba más antipático de toda esta situación. No es algo que vaya en detrimento de las inversiones, lo que desalienta es el clima de incertidumbre general», afirma.

Para Marina Rosso Siverino, vicepresidenta del Departamento Técnico del Centro Argentino de Ingenieros (CAI), Argentina quedó fuera de competencia cuando a la inestabilidad económica de base se sumó la «penalización a la exportación de servicios», con el decreto del gobierno de Macri que fijó una alícuota del 12% y la obligatoriedad de liquidar los cobros en menos de cinco días.

«Las condiciones que ofrece Argentina a cualquier compañía cuyo core business es la exportación de servicios no son buenas. El caso Vicentin puede no ayudar, pero este es un tema de larga data: todo el mundo va a Chile porque tiene una tributación mucho más motivante», enfatiza.

La inestabilidad política y económica dificulta la planificación a largo plazo, condición básica para proyectos de este tipo, opina Enrique Carrier analista del mercado de telecomunicaciones.

«Las devaluaciones y limitaciones para mover capital complican aún más la situación. Si el datacenter iba a instalarse acá o en Chile, es una movida de los mismos países tratando de generar algo, es el juego que hace cada uno», completa, y agrega que habrá que ver cuál será el escenario mundial una vez que pase la pandemia.

Cada vez que las expectativas sobre Argentina se desvanecen, las de Chile se reavivan. Además de ser uno de los candidatos para alojar el datacenter regional de Amazon, el país ya fue elegido por Google para convertirse en una «región cloud», la segunda en América latina después de la inaugurada en San Pablo en 2017, y una de las 23 que la compañía tiene en todo el mundo.

Esta apuesta se suma al datacenter que ya está operativo desde 2012, uno nuevo que fue anunciado el año pasado (implicará una inversión de u$s200 millones), y el cable submarino «Curie» que conecta California y Valparaíso. Por lo pronto, IMB, Entel, Intersystem, Movistar, Sonda, Claro, Adexus, GTD también eligieron al país trasandino para alojar sus centros de datos.

Pero ¿por qué Chile es un país más atractivo para los desembolsos extranjeros? Pedro Huichalaf Roa, abogado especializado en TIC y ex subsecretario de Telecomunicaciones de Chile, destaca principalmente dos atributos: la conectividad y la institucionalidad.

La mayoría de los desarrollos realizados ese país, como el de «Fibra Óptica Austral», tuvo una continuidad más allá de los cambios de gobierno.

Huichalaf revela a iProUP que «la planificación a largo plazo no solo genera confianza en los inversores, sino que también es necesaria para el desarrollo de infraestructura y la formación de un capital humano y de conocimiento, que son activos fundamentales para este tipo de proyectos».

«El hecho de que una empresa como Google haya decidido fortalecer sus redes de datacenter en Chile probablemente sea un incentivo para tener competencia local y una muestra de que estas compañías han podido desarrollar sus proyectos sin mayor problema y sin cambios en las reglas de juego», enfatiza el experto, quien también enumera otros atributos de la nación vecina:

– Condiciones económicas y tributarias más fluidas para la recepción de inversiones

– Apertura a la libre competencia entre países

– Existencia de convenios de colaboración para la formación de un ecosistema que permita la inclusión de empresas con una mirada a largo plazo

«Hay una promoción de los servicios en la nube y ahora se está hablando de robustecer la infraestructura crítica de telecomunicaciones para dar más seguridad a los servicios y a las empresas que se podrían instalar aquí», remarca.

«Chile entendió desde un primer momento que es un país exportador porque no tiene las riquezas que tenemos nosotros y es enfático en la protección de la industria privada», agrega Rosso.

Y remarca: «Los inversores lo eligen porque le tienen más miedo a las crisis económicas que a los terremotos. Además, es un país que está cada vez más conectado, antes tenía una deficiencia de cable submarino que resolvió con Google y ya hay varios proyectos llegando».

El nuevo competidor
Para Rosso, con Argentina fuera de competencia, Colombia podría configurarse como un nuevo competidor. La nueva Ley de Modernización del sector TIC, sancionada el año pasado, busca incentivar la inversión privada, generar certeza jurídica y facilitar el despliegue de infraestructura de última milla. Además, ese país cuenta con un régimen de zonas francas muy desarrollado.

De hecho, está recibiendo un aluvión de inversiones del Silicon Valley:

– Amazon anunció la creación de una incubadora de empresas de tecnología

– HostDime anunció una inversión millonaria para la construcción de un datacenter

– Zetta Data Center Complex, del Grupo ZFB, desembarcará el año que viene en Bogotá con el centro de datos más grande del país cafetero

«Colombia está superando a Chile y es competidor de Argentina. Su población es parecida a la nuestra y en materia de conocimiento tiene muy buenos profesionales informáticos», dice Rosso.

Los especialistas coinciden en que la pandemia dejará un tendal de sectores resentidos, pero la industria del conocimiento será de las pocas que vaya para adelante y con mucha fuerza.

Queda esperanzarse con que la Argentina pueda generar las condiciones para seguir compitiendo en la primera línea por inversiones de esta magnitud.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉