El Directorio de Norwegian analiza la opción de fusionarse o una venta
Arrastra una deuda de USD6.260 millones
Norwegian afronta 2020 con menos turbulencias financieras que en 2019 gracias a los precios más bajos del petróleo y a la esperada compensación que debe pagarle Boeing por sus 18 aviones 737 Max paralizados desde marzo de 2019. Aun así, Jacob Schram, CEO de Norwegian, necesita recortar la enorme deuda que lastra la compañía, que ya asciende a 5.780 millones de euros (USD6.260 millones), y repensar su estrategia con una Norwegian más cauta y más centrada en la rentabilidad.
El 2020 parece algo menos turbio para Norwegian gracias a la esperada compensación que recibirá de Boeing y al descenso del precio del petróleo. Un dinero extra que hará, según Daniel Röska, analista de Bernstein, que Norwegian no tenga que recurrir a más ampliaciones de capital de sus accionistas.
No obstante, Schram no descarta ningún escenario a futuro, incluso nuevas revisiones de rutas o posibles alianzas o combinaciones con otras aerolíneas. “Siempre es parte de una estrategia comercial evaluar las asociaciones, ya sea en una alianza, si un socio compra o si nos convertimos en parte de un sistema más grande”. O podemos comprar otros. Mantengo abiertas todas las posibilidades”, ha asegurado Schram al diario noruego Dagens Næringsliv (DN).
Schram ha viajado durante las primeras semanas como CEO por toda Europa para conocer a fondo la aerolínea, sus bases y los centros de trabajo de Dublín, Barcelona y en el aeropuerto de Gatwick. Luego se dirigió a Bodo y Tromso, en el norte de Noruega, sentado en la cabina con pilotos para escuchar su opinión antes de volver a lo que definió como “tsunami” de Oslo, según publica newsinenglish.no.
“Quería conocer gente, y es importante hacerlo de inmediato”, dijo Schram que ahora debe centrarse en garantizar la viabilidad de la aerolínea. Por ello, Schram no descarta nada y ni siquiera se compromete a la supervivencia de las rutas de larga distancia. Norwegian ya se está retirando de las rutas de larga distancia desde Estocolmo y Copenhague después de que no logró cumplir con los objetivos de llenar nueve de cada 10 asientos en sus aviones Boeing 787 Dreamliner.
