Argentina: La Serenísima cumplió 90 años de historia

Los grandes hitos de los 90 años de La Serenísima

La empresa contribuyó al desarrollo de la industria láctea argentina desde que fuera fundada, en 1929, innovando en procesos, tecnologías y productos. Un repaso cronológico por los momentos y las marcas que la ayudaron a consolidar su liderazgo en el mercado argentino.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

La Serenísima cumplió 90 años de vida empresaria este martes 29 de octubre. La compañía tiene como fecha oficial de nacimiento aquel día de 1929, cuando su fundador, Antonino Mastellone, se casó con Teresa Aiello. Entre aquel primer paso a este presente de líder hay mucho hitos que contribuyeron al desarrollo de la industria láctea argentina.

Entre los muchos que cabe rescatar sobresale la implementación de los análisis para comprobar el tenor graso y la acidez de la leche, que comenzaron en los tempranos ’50 y que trajeron como consecuencia que los tamberos entregaran la leche de mayor calidad. Por aquel tiempo también, en 1952, asumió la dirección de la empresa Pascual Mastellone, el primogénito de la familia.

Otro paso al futuro se dio en 1960, cuando La Serenísima comenzó a procesar leche pasteurizada. Luego de años de trabajo y de fuertes inversiones, la pasteurización le permitió a la empresa solucionar dos serios problemas:la falta de leche durante los meses de invierno y la leche cortada durante el verano. Un año después, en 1961, esa leche pasteurizada salió al mercado y se comercializaba en las recordadas botellas de color verde.

Corría 1963 cuando al mercado llega otro producto clásico de La Serenísima: el yogur. El Dulce de leche se dio a conocer en 1967, justo un año antes de que La Serenísima reemplazara las botellas de vidrio en las que vendía la leche por el sachet. Esta innovación aseguraba la llegada al consumidor de un producto en un envase que hacía imposible la adulteración de la leche.

También marcaron época la inauguración de la planta para la elaboración de Leche en polvo, en 1971, y de la Manteca en la fábrica de General Rodríguez, en 1977. En ese año, La Serenísima ingresa en la producción de alimentos funcionales lanzando la primera Leche reducida en lactosa.

En 1988 se convirtió en la primera empresa en introducir la tecnología de los probióticos en forma masiva, creando la Leche Cultivada. Luego incorpora la Leche con Hierro, en 1994. Mediante un desarrollo exclusivo se agrega sulfato ferroso microencapsulado a la leche fluida, al yogur, a la leche en polvo y a los postres para paliar la deficiencia de este elemento existente en la población.

Tiempos de alianza

En 1996 la empresa empieza a tomar la fisonomía actual, a partir de la alianza estratégica con el grupo francés Danone, para la elaboración, comercialización y distribución de las líneas de yogures y postres La Serenísima.

Con el cambio de siglo, en el 2000, se lanza Serecol Leche, el primer producto con fitoesteroles, que ayudan a reducir el nivel de colesterol. Apenas un año después nacen Actimel, un producto que ayuda a reforzar las defensas naturales del cuerpo para protegerlo de agresiones externas como el frío, los cambios de temperatura, la contaminación y el estrés, y Danonino, primer alimento lácteo concentrado con pulpa de frutas que ayuda a sostener el crecimiento durante los primeros años de vida.

Las innovaciones continuaron de la mano del Dulce de leche Ser, el queso Finlandia y el postre Danette (2004), Activia (2005), la Leche fortificada con vitamina C (2006), las leches Extra Calcio y Extra Caseína (2007), el  queso Cremón (2009), los Quesos blandos con LGG (2010), los quesos Chubut y Grana Pampeana (2011), las leches con DHA (2013), los licuados Seremix (2014), la Crema Light y el Desayuno listo Mas (2015), queso Mascarpone, Finlandia Balance, leche Protein y el Dulce de leche libre de gluten Topping (2017), la bebida láctea Sense, el Queso rayado lihgt, Protein Café con leche y la leche Mujer (2018).

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉