La Ley de Góndolas en manos de Alberto Fernández
El Senado la aprobó por amplia mayoría y sin votos negativos. Para que entre en vigencia, sólo falta la reglamentación que hará el Poder Ejecutivo Nacional, la última oportunidad para solucionar las arbitrariedades de una norma que cambiará las reglas de juego de la actividad supermercadista.
El Senado sancionó este viernes la Ley de Góndolas, y ahora empiezan a correr los 60 días que tiene el Poder Ejecutivo para reglamentarla.
La Cámara alta sacó la ley con 56 votos afirmativos, ninguno en contra y 4 abstenciones (Martín Lousteau, Lucila Crexel, Esteban Bullrich y Eduardo Costa).
El gobierno nacional consiguió uno de los objetivos que buscaba. Según los funcionarios, esta norma será una herramienta importante en la lucha contra la inflación y en el fomento de la competencia.
No se entiende cómo serán posibles tales plausibles beneficios cuando la ley abarca a actores que en conjunto concentran algo más del 25% de las ventas.
La ley, que en sus comienzos fogoneó la diputada Elisa Carrió y que después se hizo bandera del Frente de Todos, recibió variados cuestionamientos desde el sector empresarial.
Por mencionar sólo los pronunciamientos de la última semana, el titular de la Coordinadora de Productores de la Industria Alimenticia, Daniel Funes de Rioja, alertó que “traerá más perjuicios que beneficios, y seguro originará quiebres de stocks”.
También fue rechazada por la Cámara de Supermercados Chinos. Su presidenta, Yolanda Durán, afirmó que “como supermercadista, no puedo aceptar que el Gobierno quiera meterse a dirigir mi negocio y a decirme qué debo vender y cómo”.
Desde la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), Víctor Palpacelli había pedido sentar a una mesa de diálogo a supermercadistas, industriales y consumidores para buscar una ley que contemple a todos los protagonistas de la cadena de comercialización.
“El supermercado no puede ser el lugar donde se ajuste todo”, dijo el presidente de FASA. Ninguna voz escuchó el Senado, ni siquiera algunas de integrantes del mismo cuerpo que intentaron introducir algunas modificaciones.
Entonces, el último intento de corregir las arbitrariedades que producirá la Ley de Góndolas la tiene el Poder Ejecutivo Nacional. Tal vez el presidente Alberto Fernández esté dispuesto a escuchar los pedidos del sector y hacer las correcciones necesarias a una norma claramente intervencionista.
Entre tanto, es bueno conocer los puntos principales de una ley que traerá profundos cambios en la actividad de una parte importante de actores de la actividad supermercadista.
* Los sujetos de aplicación alcanzados por la ley serán aquellos que superen los $ 1700 millones de facturación anual y que tengan más de 345 empleados.
* Las cadenas de supermercados podrán otorgar a un grupo empresario o proveedor sólo el 30% de una góndola, que deberá compartir con al menos otros cinco proveedores.
* Está prohibido alquilar espacios preferenciales en las góndolas.
* Los productos de menor valor se deberán exhibir a una altura equidistante entre el primer y el último estante de la góndola.
* Los supermercados le deberán brindar un 25% a los productos de las pymes y un 5% a los de la agricultura familiar.
* El plazo de pago a esas empresas, siempre que estén inscriptas en el registro MyPyme, no podrá exceder los 60 días.
* Las islas de exhibición y muebles contiguos a las cajas deberán presentar en un 50% del espacio productos elaborados por micro y pequeñas empresas nacionales o por cooperativas y mutuales.
