Mucha era la expectativa antes de develarse el misterio acerca de que empresa tomaría la posta de Falabella en Mendoza. Con la llegada de la cadena mendocina de indumentaria deportiva Vaypol Casa de Deportes a uno de los 3 niveles en el megaespacio del Mendoza Plaza Shopping, se suman interrogantes como, entre otros, el perfil de la apuesta, su puesta en marcha y cuántos empleos nuevos generará, todo un dato en estos tiempos.
Roberto Bustos, director ejecutivo desde 2007 y parte de la familia propietaria de la cadena junto a sus hermanos Florencio, Alejandro y Luciana, está al frente del proyecto y cuenta algunos detalles.
-Después de lo prolongado del proceso de la salida de Falabella y firmar el acuerdo ¿cuánto tiempo llevará acondicionar todo y abrir?
-Tiene que ser rápido. Calculo que en dos meses tenemos que estar abriendo con todo. La idea es hacerlo lo antes posible, dentro de un mes, pero en estos tiempos difíciles quizá se estire un poco.
-¿Cómo y cuándo surgió la posibilidad y tomaron la decisión?
-Se lo propusieron a mi padre, que es el presidente de la empresa, y tiene contactos y amigos en el ambiente comercial. Él lo trasladó al directorio, al seno de la familia, y estuvimos de acuerdo: tendríamos que estar hace rato en el shopping, pero las circunstancias nunca se dieron. Y a pesar del momento actual, siempre apostamos sin especular o mirar el contexto y vamos para adelante.
Luego de trabajar años en Adidas (marca que hoy comercializa en sus locales) Roberto padre abrió el primer local de Vaypol en el 2001 en pleno Centro mendocino, cuando la crisis estaba en marcha. «El país estaba revolucionado. Fue una apuesta y creo que se pagó con creces, porque después vino la recuperación económica. Con la pandemia ahora estamos en un contexto difícil, pero creemos que el día de mañana las actividades deportivas, recreativas y sociales van a resurgir y ahí estaremos reposicionados para el público«, asegura.
-Y a propósito de eso ¿con qué se van a encontrar los mendocinos en el nuevo local?
-Vamos a desarrollar 3 conceptos: uno es el Vaypol que conocen todos, con el formato Infinity, que tiene divididos por categorías deportivas, con los sectores de running, outdoor y fútbol. La otra tienda que ha desarrollado el grupo que es City Snickers (NOTA: tiene un local propio en Necochea y San Martín de Ciudad y llegó también a La Barraca Mall), más vinculada a la moda urbana; y una tercera más específica, relacionada con el fitness, el ciclismo y actividades no tradicionales. Un formato integral que incluya todo lo que es deporte y ejercicio.
-¿Es un estreno absoluto para el mercado local?
-Tal cual. Es algo nuevo y apuntamos al servicio y a la experiencia del consumidor. Con la tecnología y lo digital venimos creciendo mucho y vamos a darle esa impronta: tener un espacio para, por ejemplo, una cinta para que el que corre pueda probar su zapatilla ahí, y «test de pisadas» para poder determinar cuál tenés que usar según tu tipo de pie. Un montón de ideas que trataremos de plasmar.
-Tanta tecnología conlleva una inversión importante ¿verdad?
-Si. Nosotros venimos invirtiendo hace mucho en tecnología con un equipo de IT que lidera mi hermano y está haciendo un trabajo bárbaro. Todo lo que es e-commerce en 2020 explotó pero no queremos quedarnos ahí sino ir por lo integral y la omnicanalidad. Es decir, que el cliente experimente lo mismo en la tienda física que en la digital para sentirse a gusto en cualquier plataforma que elija.
De acuerdo a información brindada por los locatarios al propio grupo IRSA, propietario del shopping de Guaymallén, la inversión conjunta estimada para la apertura entre Vaypol y su «vecina de arriba», Gran Bazar, rondará inicialmente los $50 millones.
Los ex Falabella, la llegada a San Rafael y el «vecino de arriba»
Pero la familia Bustos va por más. Y la llegada al Mendoza Plaza Shopping no es la única novedad para este 2021.
-Cada apertura implica nuevos empleos ¿cuántos va a involucrar el nuevo Vaypol?
-Estimamos que van a ser entre 20 y 30 en principio. Y pensamos en seguir generando puestos de trabajo, no sólo aquí sino también de la mano de otra apertura en San Rafael, un local que todavía está en obra, casi lista, y vamos a inaugurar en este segundo semestre. Es un desafío y muy gratificante dar más oportunidades.
-Tras el cierre, los ex empleados de Falabella quedaron a la expectativa ¿tienen posibilidades de ser incorporados?
-Sí, por supuesto. Tenemos chicos que trabajaron mucho tiempo ahí, han sido recomendados y obviamente serán tenidos en cuenta. Y también a todos los mendocinos que tengan ganas de estar y tengan al deporte dentro de su perfil, porque ese es el propósito desde el área de recursos humanos para incorporarla a nuestra estructura.
-Desde lo contractual, arrancan casi al mismo tiempo con su vecino de arriba, Gran Bazar. ¿Cómo es la relación?
-Ellos también son una familia mendocina, también de tradición comercial, y ya estamos en contacto para coordinar acciones y trabajar en equipo. La verdad es que son proyectos de empresas distintas pero que tratan de poner lo mejor, e intentaremos de sincronizar las aperturas, incluso porque el acceso a una tienda depende de la otra.
